Los colores son brillantes, no tóxicos y una mejor opción a los lápices de cera tradicionales fabricados a partir de derivados del petróleo.
No se parten y su diseño facilita un buen agarre fortaleciendo los músculos y preparando la mano para la escritura.
No manchan la ropa ni las manos y son aptos para personas diestras y para zurdas.