Rapunzel pasa el tiempo en su torre porque su padre la queire porteger de cualquier peligro: brujas malvadas, ogros, lobos... Lo que no se esperan es el ataque de las criaturas más sigilosas: ¡los piojos!
Estos bichitos se multiplican rápidamente en su larga melena, y no hay remedio contra ellos. Ni la limpieza de Blancanieves y sus enanitos, ni el rayo congelador de la Reina de las Nieves, tampoco el ingenio de Garbancito. Los piojos han construido una ciudad en su cuero cabelludo y no se piensan ir. ¿Cómo hará para librarse de ellos?