Es la historia real sobre la paternidad de una pareja de pingüinos barbijo, Roy y Silo, ambos macho, a los que su cuidador del zoo de Central Park, en Nueva York, les dio la oportunidad de tener una cría, depositando un huevo en su nido, tras observar que incubaban infructuosamente una piedra. Así nació Tango, la primera pingüino en tener dos padres.
"Entonces el señor Gramzy tuvo una idea. Encontró un huevo abandonado que necesitaba ser cuidado y lo puso en el nido de Roy y Silo".