Una mañana Ardilla encuentra en su buzón una carta con un mensaje especial. En seguida se viste y sale de su casa corriendo.
De camino a su destino, se encontrará con muchos animales que requerirán su ayuda. Aunque lleva prisa, Ardilla no rechaza ninguna de las peticiones que le hacen y layuda a todos y todas. Cuando llega a su destino está preocupada por llegar con retraso y molestar. También se da cuenta que por las prisas se le ha olvidado llevar un regalo allá adonde iba pero, para su sorpresa, Ardilla encuentra su mochila repleta de regalos que los animales a los que ayudó le fueron metiendo sin que ella se diera cuenta.
Al final, llega en el momento perfecto.