Había un bosque maravilloso y lleno de luz en el que vivían toda clase de animales. En el bosque todo iba bien, hasta que un día empezó a llover, y llovió tanto, tanto y tanto que los animales tuvieron que refugiarse en la montaña más alta del lugar. El agua subía y subía, y ellos tuvieron que meterse en una cueva.
Cuando dejó de llover, y el susto se les pasó un poco, empezaron a tener hambre y sed. El zorro se ofreció para ir a buscar agua y alimentos, pero el grupo no cree en sus capacidades, ni en sus intenciones, y encargan esas tareas a otros animales. Así cada animal tenía algo que hacer, salvo el zorro, hasta que se le ocurrió una idea...