Mortina es una niña, pero no es como lademás: es una niña zombi. Vive en Villa Decadente con su tía Angustias y su inseparable Mustio, un perro que no se sabe si está vivo o muerto.
Cuando Mortina sube al desván en busca de disfraces de Halloween para sus amigos, encuentra una postal de sus padres. La última vez se habían ido a hacer un largo viaje pero no regresaron. ¿Dónde estarán? Para descubrirlo, se precisan dotes de investigador y mucha fantasía. Con la ayuda del fiel Mustio, de Dilbert y de todos sus amigos, Mortina inicia la búsqueda de su padre y su madre.